El Duomo de Milán está a los ojos de todos el símbolo indiscutible de esta ciudad moderna. Lo que no todo el mundo sabe es que esta iglesia también cuenta con una primacía bastante curiosa. ¡De hecho, es el edificio con el mayor número de estatuas en el mundo! ¡Piensa que el Duomo tiene 3500 estatuas y 135 gárgolas! Las estatuas se colocan a todos los lados de la iglesia e incluso en el techo, donde, entre agujas y terrazas, se encuentra la estatua de Napoleón Bonaparte, la de Mussolini hasta la icónica Madonnina dorada que destaca y domina toda la ciudad de Milán. En la fachada de la catedral, en cambio, hay muchas gárgolas, figuras casi demoníacas que tenían la tarea de eliminar el mal y los enemigos de las iglesias cristianas. Siempre en la fachada de la catedral, en una mirada más cercana, es posible identificar lo que parece a todos los efectos la Estatua de la Libertad de Nueva York. Sin embargo, hay un detalle que subrayar: el del Duomo fue construido en 1810, ¡así que unos setenta años antes del de ultramar! ¡Piensa que por esta razón algunos críticos incluso han llegado a hablar de plagio!

El Panettone o 'El Panetun' en dialecto milanés, es un postre tradicional perteneciente a la ciudad de Milán pero ahora conocido y exportado a todo el mundo. ¿Conoces esa forma redonda con levadura con fruta confitada y pasas que destaca en las mesas de los italianos el día de Navidad? ¡Ese es el Panettone! La historia de este postre, al igual que la de muchas otras especialidades culinarias, es muy ambigua y discutida. En concreto, en Milán hay muchas pastelerías que compiten por el invento de esta tradicional tarta navideña y sus orígenes siguen siendo un tema tabú en la ciudad. Una cosa es cierta, sin embargo: fue sin duda el talentoso Angelo Motta, durante los años 20 de 1900, quien le dio al panettone la forma revolucionaria con la que todavía aparece en nuestras mesas hoy en día. Motta siempre fue el creador de su primera producción en masa y el que comenzó a exportar la fama del Panettone incluso fuera de las murallas de la ciudad. En una cosa, sin embargo, no hay dudas: hoy el Panettone es el pastel de Navidad por excelencia... ¡el rey de la mesa disfrazado para la fiesta!