El símbolo más indiscutible de Verona es sin duda su Arena. Se trata de un anfiteatro romano que data del siglo I de .C situado en el centro de la plaza más importante de la ciudad, Piazza Bra, sobre la que se han realizado investigaciones y estudios a nivel mundial. Lo que hace interesante a este impresionante monumento, además de su aspecto histórico y arquitectónico, son los misterios y leyendas que rondan su construcción. De hecho, parece que el "nacimiento" de la Arena di Verona está inextricablemente ligado a los acontecimientos de un caballero de Verona que, condenado a muerte, esperó el amanecer en su celda para ver su sentencia completada. Los gritos y lamentos desesperados del hombre en su última noche fueron recibidos por el Diablo que le propuso construir en su nombre y redimir su imagen, un edificio majestuoso como regalo a los ciudadanos de Verona. El diablo inmediatamente se puso a trabajar. Sin embargo, unas horas después del final de la construcción, el hombre se arrepintió e invocó el perdón de Nuestra Señora. Este escuchó las oraciones del hombre y anticipó la llegada del amanecer poniendo en fuga al diablo que luego dejó la construcción inconclusa. Se dice que esta es la razón por la cual el ala exterior de la Arena di Verona nunca se ha completado.

La ciudad de Verona es universalmente conocida como una de las más románticas del mundo. Por otro lado, ¿quién no conoce la maravillosa historia de amor entre Romeo Montecchi y Giulietta Capuleti? Su historia atemporal, sacada a la luz por la incansable pluma de William Shakespeare, ha hecho de Verona un escenario universalmente conocido. Incluso hoy en día la ciudad está llena de anécdotas y referencias a su amor eterno. Además del Balcón de Julieta, que se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la ciudad, es interesante pasar dos líneas también en la estatua, que representa al joven amante, que se colocó, después de una importante restauración, frente a la entrada de la casa de la familia Capuleto. La estatua asumió inmediatamente el papel de 'amuleto' de la ciudad. Desde el principio nació la costumbre entre turistas de todo el mundo, pero también entre los habitantes locales, de "acariciar" la estatua como un gesto supersticioso. Sin embargo, después de unos 35 años de "caricias", la estatua literalmente comenzó a deteriorarse. Por esta razón fue reemplazado por una copia casi idéntica mientras que el original todavía es visible, pero en "merecido descanso", dentro de la casa de Julieta, en Via Cappello en el número 23!